¿Qué prótesis usamos en la clínica y por qué confiamos en ellas?
Elegir una prótesis mamaria afecta a tu comodidad, a la recuperación y a cómo te ves cada día. Es por todo esto que en la clínica trabajamos con materiales y fabricantes que conocemos bien y explicamos cada paso.
Te contamos qué utilizamos y por qué, con el objetivo de que tomes decisiones informadas y te sientas tranquila durante todo el proceso.
Marcas y certificaciones que te pueden dar confianza
En nuestras cirugías empleamos prótesis de gama alta de Mentor y Polytech. Ambas cuentan con marcaje CE y aprobación de la FDA, dos garantías que avalan sus controles de calidad y seguridad. Partir de ahí nos permite personalizar la elección contigo, según tu anatomía y tus objetivos.
Una pregunta habitual es si hay que cambiar los implantes a los diez años. Con las prótesis que usamos, no fijamos un recambio por calendario.
Preferimos hacer revisiones periódicas y decidir en función de cómo te encuentres y de lo que vemos en consulta. Si todo va bien, no hay motivo para intervenir de nuevo. Y si aparece una indicación médica o quieres un cambio por preferencias personales, lo hablamos y lo planificamos.
En la primera visita también comentamos la vía de acceso. Las más frecuentes en nuestra práctica son la submamaria y la periareolar. Te explicamos las diferencias en cicatriz, recuperación y resultado, para que sepas qué esperar y elijas con criterio; no hay fórmulas cerradas, cada caso se valora de forma individual.
Un material pensado para un resultado natural
Trabajamos principalmente con prótesis de gel cohesivo de silicona. Dicho de forma sencilla, el gel mantiene su forma y no se desplaza como un líquido. Esto ayuda a que el pecho conserve un aspecto estable y un tacto agradable con el tiempo, algo que muchas pacientes nos señalan como clave.
Este tipo de gel permite ajustar el volumen y la proyección a lo que hemos planificado juntas. Si buscamos un polo superior más suave o un perfil más definido, lo abordamos con precisión y con expectativas realistas. En consulta lo explicamos con ejemplos y, cuando procede, con referencias visuales, para que tengas una idea clara de cómo puede quedar.
Cada anatomía es distinta y conviene tenerlo presente desde el principio. Revisamos el contorno torácico, el grosor de los tejidos y las proporciones para que la elección de la prótesis encaje con tu cuerpo. La prótesis es una herramienta al servicio del resultado, no al revés.
Formas y criterios: cuándo elegimos redondas, anatómicas o ergonómicas
La forma del implante importa, y conviene hablarlo. Las prótesis anatómicas pueden ofrecer un aspecto muy natural, aunque conllevan un riesgo específico, que es la rotación. Por ese motivo, su indicación se valora con cuidado y se reserva para situaciones en las que aportan una ventaja clara.
Las prótesis redondas, incluidas las variantes ergonómicas, funcionan muy bien en un amplio número de casos. De hecho, en contextos como las mamas tuberosas complejas, la hipoplasia severa o en pacientes muy delgadas, suelen ser nuestra recomendación. Ayudan a corregir el polo inferior y a aportar volumen donde hace falta, con resultados naturales y un perfil de riesgos bajo.
A la hora de decidir, no nos quedamos solo en la forma, también valoramos la base, la proyección y el volumen para que el conjunto sea coherente con tu tórax y tus proporciones. Lo comentamos contigo, revisamos expectativas y resolvemos dudas, como por ejemplo cómo se verá con ropa, cómo cambia al moverse, qué sensación puedes esperar.
Recambio y seguimiento
El recambio de prótesis genera dudas lógicas. Nuestro enfoque es que con los implantes que utilizamos, no fijamos un cambio obligado a los diez años. Apostamos por revisiones periódicas y decisiones informadas cuando realmente hacen falta. Si hay una indicación médica o te apetece ajustar el resultado, lo tratamos con la misma dedicación que en la primera intervención.
Este planteamiento resulta especialmente útil en cirugías secundarias, pues cuando una paciente acude por un resultado previo que no le convence o por una necesidad de corrección, revisamos el estado de los implantes, la calidad de los tejidos y la forma actual del pecho. A partir de ahí, proponemos un plan claro y realista para recuperar la armonía.
Durante todo el proceso, priorizamos que entiendas qué haremos y por qué. Detallamos tiempos habituales, recomendaciones y expectativas razonables. La información honesta y el acompañamiento continuo forman parte del buen resultado.
Nuestra forma de trabajar
Más allá del tipo de implante, hay una manera de trabajar. La nuestra combina escucha, claridad y cuidado en los detalles. Buscamos resultados naturales que encajen con tu estilo de vida y lo hacemos con procedimientos que dominamos y en los que confiamos.
La planificación arranca en la consulta al hablar sobre anatomía, objetivos, vía de acceso, plano de colocación y tipo de prótesis, y nada se decide sin tu participación. Preferimos explicarte cada opción y tomarnos el tiempo necesario para que te sientas segura en cada paso.
Confiamos en las prótesis que usamos porque respaldan lo que queremos ofrecer, que es estabilidad con el paso del tiempo, una apariencia armoniosa y una recuperación bien acompañada. Y confiamos en el proceso porque se apoya en una comunicación cercana y en revisiones que cuidan de ti a lo largo del tiempo.
Cuando preguntas qué prótesis usamos y por qué, la respuesta es clara: trabajamos con Mentor y Polytech, con marcaje CE y aprobación de la FDA, y empleamos principalmente gel cohesivo de silicona. Elegimos forma y volumen en función de tu anatomía y de tus objetivos, y no fijamos recambios por calendario, sino que seguimos tu evolución con revisiones periódicas. Si estás valorando una cirugía mamaria, primera intervención o recambio, estamos aquí para ayudarte a entender las opciones y a encontrar la que mejor se ajusta a ti.







