Cuidar la piel durante el verano se antoja fundamental, ahora que el cuidado de la piel esta cada vez mas de moda. La oferta de productos nuevos destinados a este fin son cada día mayores y si a esto se suma el cambios de nuestra piel con cada estación puede suponer en verdadero lío en nuestro neceser así que desde la Unidad de Dermatología de la Clínica Pilar de Frutos vamos a intentar daros algunas ideas acerca de como cuidar nuestra piel ahora que se acerca el verano.
Es necesario tener dos cosas claras respecto a esta estación. Lo primero es el sol; este produce daños en nuestra piel a corto y a largo plazo y esto se debe a los radicales libres que se producen en las células en relación a la exposición solar. Y lo segundo es que el calor, además del sol, llevan a una mayor pérdida transepidérmica de agua y por tanto a una mayor deshidratación de la piel.
Por tanto, tengas la piel seca o grasa nuestros objetivos en el verano son 3: protegernos del sol, reparar el daño producido por el sol y mantener nuestra piel hidratada.
Así una rutina básica de cuidados de la piel debe tener una limpieza adecuada. La limpieza puede hacerse con geles, jabones y aguas nivelarse adaptadas a nuestro tipo de piel. Para las pieles grasas nos decidiremos por productos con acción seborreguladora pero a su vez suaves y que contengan activos calmantes para no irritar más una piel ya dañada por el sol diario. Para las pieles más secas nos decantaremos por productos que contengan ceramidas que van a reforzar la barrera cutánea y van a ayudar a mantener la hidratación aportada a la piel y la propia producida por nuestra piel. Para aquellas pieles mixtas, deberían durante el verano usar productos más orientados hacia las pieles con tendencia grasa que a las secas.
Después de la limpieza y sobre todo por las noches la exfoliación en esta época se convierte en un imprescindible. Con este paso eliminamos células muertas y suciedad acumulada, consiguiendo una piel más agradable, limpia y que funciona mejor, ya que esto lleva a que los activos que apliquemos después se absorban y funcionen mejor. La exfoliación puede hacerse con tónicos o con scrub: para pieles más sensibles en esta época aconsejo mejor los tónicos, en las pieles más duras el scrub es el producto ideal, usado 2-3 noches por semana.
Tras la limpieza usaremos principios antioxidantes tanto de día como de noche. De día destinados a preparar la piel para el sol y aportar luminosidad, de noche para reparar el daño solar recibido. El antioxidante estrella es la vitamina C, que junto con la ácido ferúlico, la vitamina E o el resveratrol son los más usados en este campo.
La hidratación se va a hacer esencial por las noches y sobre todo en las pieles más secas, en textura crema y como último paso de nuestra rutina de cuidado. En las pieles más grasas busca una textura gel, que se aplican dando una sensación fresca y mantienen un adecuado nivel de hidratación en estas pieles que durante el verano pueden tener rachas de más deshidratación.
Y por último la protección solar, indispensable y que debe aplicarse antes de la exposición solar y aplicar cada 2 horas si seguimos exponiéndonos al sol. Protectores solares hay muchos, pero para elegir el adecuado es necesario tener claro que deben ser SPF 50 y que cubra tanto para UVB como UVA y luz visible.
Y… ¿Qué hacer con nuestro retinol y ácido glicólico durante el verano? No es preciso suspenderlos si sabemos utilizarlos. El retinol deberá reducirse su frecuencia de uso a 1-2 noches en semana y aunque el ácido glicólico es más seguro usarlo (y sobre todo va a ayudar a las pieles más grasas en esta época) también deberá reducirse la frecuencia de uso sobre todo si estamos sometidos a exposiciones solares más intensas, como el ir a la playa.
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